Todos, y sobre todo los fanáticos de la tecnología móvil, han visto el impresionante progreso de este tipo de dispositivos. En muy poco tiempo, el concepto de la oficina móvil o el de centro de entretenimiento portátil se convirtieron en una realidad evidente. Pero, a pesar de estos progresos, hay un aspecto que sigue en pañales, y que actúa como un freno para seguir innovando: las baterías. Ya sea que estemos hablando de un celular, de una PDA o, incluso, de una notebook, el concepto utilizado para su alimentación no es muy diferente del que se usaba 50 años atrás: baterías electroquímicas utilizando el fenómeno de la polarización para conservar energía eléctrica en su interior.
Lo que sí ha cambiado con el tiempo son los elementos químicos utilizados, y esto presta a algunas confusiones respecto al mantenimiento y a los métodos para asegurar una mayor vida útil de nuestras baterías. Veamos algunos consejos.
Seguramente, a muchos de nosotros, al comprar un teléfono celular, nos dieron el consejo de realizar cargas completas, y volver a recargar recién cuando el equipo se apagara, ya sin energía. Esta sugerencia es anticuada y acorde con las antiguas baterías de níquel-cadmio (NiCad) que se usaban en los primeros dispositivos móviles.
Hoy, las baterías que tienen nuestros equipos son casi todas de litio (Li-lon), y los consejos que se daban para las de níquel no se aplican para nada. Incluso pueden ser perjudiciales. Las baterías de iones de litio fueron diseñadas para tener de 300 a 500 ciclos de carga y descarga. Para obtener un beneficio mayor, es recomendable que tenga descargas parciales en lugar de una descarga completa antes de recargar. Lo ideal son las recargas de "medio ciclo", es decir que el equipo se conecta a la red eléctrica cuando su batería se encuentra aproximadamente a la mitad de la carga total.
El "efecto memoria", tan temido y tenido en cuenta por los vendedores de celulares, es cosa de la historia, y sólo afectaba a las baterías de níquel-cadmio, pero no se aplica en absoluto a las de Li-lon. Sí puede suceder que se produzca un pequeño "descalibramiento" del medidor de carga del celular. Para evitar esto podemos hacer una carga de "ciclo completo" cada 30 cargas parciales.
Otro mito muy difundido, también parte del pasado de los teléfonos móviles, era aquel que sugería apagar el terminal durante la carga. Actualmente no hay diferencia entre cargar el celular apagado o encendido, excepto, tal vez, en que ya no tendremos excusas para no atender a ese pariente indeseable que nos llama a mitad de la noche ;) .
Las baterías de Ion Litio (Li-lon) no funcionan igual ni requieren los mismos cuidados que las de Níquel Cadmio (NiCad).
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